Sin
saber cómo, he vuelto a pasear por las calles del viejo barrio.
He
vuelto a andar sobre mis pasos de otros tiempos.
Con
el alma triste, encogida, estoy buscando sin querer hallar.
Con
ansia de ver de nuevo y con el miedo al dolor que el tiempo deja.
Y
he visto mis frases descoloridas, promesas de otro día, varadas en la
orilla de tu río.
Y
he vuelto a estremecerme como aquella vez, zarandeado por la belleza
y el sentimiento.
Y aquí, bajo la luz mortecina en la esquina de los tiempos, he
rememorado a Elia repitiendo su mensaje una y otra vez.
"Aunque
mis ojos ya no puedan ver ese puro destello, que me deslumbraba.
Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la yerba de la
gloria en las flores, no hay que afligirse. Porque la belleza siempre
subsiste en el recuerdo..."
Precioso, tierno y conmovedor.
ResponderEliminarSiempre te leo.
Julia
Otra vez la primavera te invita a abrir tu caja de pinturas para dibujar con palabras.
ResponderEliminarEsta vez dibujan recuerdos en tonos pastel, elegidos entre tu variada paleta de colores, buscando en ellos la belleza de lo que no se supo, o no se quiso, o no se pudo, retener ...Y sentir que el alma se estremece aún al reconocer las “palabras coloridas varadas en la orilla del río” que bañaba los sueños.
“Buscar, sin querer hallar”...”Ansias de ver de nuevo, y miedo al dolor que deja el tiempo”...Sentimientos contradictorios en los que, a veces, se debate el alma.
Y rematas este paseo por el recuerdo, con las bellísimas y consoladoras palabras que Elia Kazan inmortalizó en su excelente film “Esplendor en la hierba”. Sueños rotos, amores imposibles en un determinado contexto, pero perdurables en el recuerdo de los protagonistas.
Pero, ¿cómo no afligirse? Si ”la belleza subsiste en el recuerdo”, también subsiste el dolor de lo perdido o de lo que nunca se logró alcanzar. La belleza y dolor del fracaso, se subliman transformados en musa de emotivos versos entregados al recuerdo.
Un abrazo.
Fany