Aunque no te lo pueda
decir,
si alguna vez me
miras al fondo de los ojos y no me ves
es que no estoy allí,
me he ido de mí no
sé dónde...
Entonces líbrame del
cuerpo inútil
que me tendrá atado
al dolor, al fetichismo y al absurdo
para que mi alma
limpia y eterna
pueda volar para
siempre en el recuerdo.
Querido Luís, del sobresalto alegre que me ha producido el ver que volvías a escribir, he pasado a un nudo en la garganta después de leer este emotivo poema.
ResponderEliminarCuando se mira a un ser querido a los ojos y no se le ve, ni ese ser le ve a uno...¿para qué se necesita el cuerpo si se ha apagado la llama que lo alumbra?.La emoción que impregna tus versos, me llega punzante y me vuelven los interrogantes que hace tiempo abrimos en La Tertulia "Nuestra Crátera" sobre "Muerte Digna" y "Qué es la vida".
La tía Lupe tiene razón. La vida puede abandonarnos antes que el cuerpo y eso es terrible.
Me trasmites una profunda emoción, como tú sabes hacerlo.Y, si el poema alude a una realidad ´que tocas con las manos, comparto contigo el sentir por la pérdida de esa mirada vital, trasmisora de emociones.
Un abrazo.
Sí, amiga Fanny. La coraza adquirida a lo largo del quehacer profesional se agrieta con la conducta admirable de una persona especialmente íntegra ante su propia muerte. Lo escribí a vuelapluma sobre su cuerpo aún caliente hace unos días y hoy lo publico en su honor reconociendo, a la vez, la volatilidad de nuestras propias creencias.
EliminarUn abrazo.
IMPRESIONANTE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMe alegro que vuelva a escribir.
Un saludo.