Abandonan, aparentemente,
el campamento. Dan muestras evidentes de su retirada, de la triste
asunción de su fracaso. Su héroe Aquiles Varoufakis fue alcanzado
en el talón de su soberbio saber teórico por la flecha de la
realidad pragmática, y su aclamado Tsipras Agamenón, después de
sucesivos embates de acoso a la recia muralla “Troycana”, admite
la debilidad de su ejército y se retira con el rabo entre las patas.
Vence, supuestamente, Hector Merkel, líder poderoso del reino de
Príamo, en el contencioso lance del rapto heleno.
Pero una nueva estrategia
es urdida por la sombra de Alejandro, el macedonio: “Está sembrada
la semilla...” —había dicho el oráculo de Apolo en el
parlamento griego—. Han dejado un caballo de madera en el campo de
batalla; una afrenta popular pintoresca, entrañable, rendida,
obediente, ineficaz, acabada..., que provoca la emoción en
pragmáticos guerreros henchidos de orgullo vencedor; un llanto
contenido que clama compasión. Un juguete inofensivo que ayudado por
intereses mamporreros, quedará instalado en medio de la plaza de la
arrogante Europa; solo faltará esperar la primavera, los cánticos
nocturnos, la fiesta relajada.
Entonces, el populismo
emergerá de su barriga y romperá la “eurozona” desde dentro
ante el asombro de los incautos europeos. Arderá el ídolo monetario
de la religión capitalista que sirve de pretexto para el acto ritual
de sumos sacerdotes investidos de poder y de arrogancia. Caerá el
decorado de cartón-piedra que en nada representa a la ideal Europa,
raptada eternamente, sino a un depredador Saturno devorando
ansiosamente a todos y cada uno de sus hijos.
Y volveremos a empezar
sobre las brasas otra vez un futuro de fracaso, otra vez la misma
farsa. Una sociedad extraña de un mundo paradójico que puede
descifrar el universo pero es incapaz de convivir de forma
inteligente.
Aplaudo con gran admiración esta excelente alegoría sobre Europa, recreando la histórica Troya en versión actual y premonitoria de un futuro incierto. Tu habilidad narrativa hace que se lea con una sonrisa, a pesar del panorama que describes. Comparto tu visión, tan acertadamente simbolizada en la pintura de Goya. La Troika es el capitalismo financiero, gendarme totalitario y cruel, que domina y somete a los pueblos, no es otra cosa que "Saturno devorando a su hijo" más débil y más tarde a cada uno de ellos.
ResponderEliminarEsta la imagen más siniestra de tu relato, pero la más realista. La exhibición arrogante y vengativa de Alemania debe hacernos reflexionar.
Otra Europa es posible.
Mi enhorabuena, Luis.
Un abrazo.
Genial.Mis aplausos.
ResponderEliminarEl último párrafo es un resumen perfecto de la traumática historia europea a lo largo de los siglos...
Saludos y toda mi admiración.
PD: http://hechoscotidianosyotros.blogspot.com.es/
Creo omo Joaquin que el ùltimo pàrrafo nos dice como ha sido la humanidad (no sòlo Europa) a lo largo de los siglos.
ResponderEliminarExcelente como suele dibujar con las palabras
Un saludo