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9 de diciembre de 2011

Recuerdos


Es un día cálido y luminoso. Uno de los muchos que regala el invierno a la costa malagueña. Con atuendo veraniego paseo por la playa solitaria metido en mis pensamientos mientras aspiro olor a mar y me arrulla el vaivén de olas suaves que acarician de cuando en cuando mis pies descalzos. Su música y su olor acompañan mi camino y me invitan a revivir momentos placenteros de otros tiempos. 

Estoy por afirmar que solo el sonido armónico y el perfume son capaces de transportar a un momento ya pasado con rigurosidad y certeza. Solo ellos son eternos. La campanas de una iglesia, el tic tac de un reloj, el aroma del pan nuevo o del café recién salido... La visión es otra cosa —pienso—. Ocupa, con razón, el máximo privilegio de la escala sensorial, pero es soberbia y prepotente; es acaparadora del aplauso perceptivo; es lasciva, voluble y pérfida. Impregna de pasión pero abandona sin remilgos. Lo que se vuelve a ver ya no es lo mismo: cambia o envejece con el tiempo. Ninguna imagen permanece sin que el paso de los años deteriore su esencia. ¿Cuántas veces hemos de cerrar los ojos para que lo visto no empañe lo que solo el oído o el olfato es capaz de mostrarnos en la memoria?
Algo me hace levantar la vista y observo allí delante, posado en un archipiélago de rocas, un sinfín de gaviotas tomando el sol apaciblemente. Ahora recuerdo un poema pesimista que he leído en estos días y hace referencia al aspecto feo, asqueroso e indeseable de estos pájaros, pero aquí muestran un aspecto amable; saciadas, en apariencia, de su pesca cotidiana secan sus plumas al sol quietas, sin estridencias. Y me recreo en la visión: Son la imagen principal, brochazos de color blancogrisáceo sobre el negroocrerrojizo de las rocas con un fondo azul turquesa rutilante, salpicado de reflejos irisados que se abruman, blanquecinos, allá a lo lejos al hermanarse con el celeste luminoso. Son otras aves, otras aguas, otros cielos pero el mismo paisaje que vieran otros ojos a lo largo de los siglos. Comerciantes fenicios, datileros de Cartago, aventureros griegos, aceiteros romanos, remeros bereberes... También —admito— puede ser eterna la visión. Y, aún mejor, el conjunto de elementos, forma, color, música y perfume, que componen una vivencia impasible, perenne, incombustible, inalterable que siempre evocará en nosotros la sorprendente belleza de lo simple.

12 comentarios:

  1. He tardado unos minutos en comenzar a escribir porque... ¡ estoy tan a gusto en esta playa! Sigo tus pasos, a distancia para no distraer tus pensamientos, oigo el rumor del mar respiro el olor de algas y me transportas a tus fantásticas reflexiones sobre los sentidos. Desprecias la visión, en cierto modo, con estas hermosas y desmitificadoras frases:

    “Ninguna imagen permanece sin que el paso de los años deteriore su esencia. ¿Cuántas veces hemos de cerrar los ojos para que lo visto no empañe lo que solo el oído o el olfato es capaz de mostrarnos en la memoria?”

    Es lo inmaterial –la música, los aromas, las palabras-- lo que perdura intacto en el recuerdo. Sin embargo, tu alma de artista y de pintor se detiene en el paisaje y lo pintas con las más bellas palabras de colores que tienes en tu íntima paleta. Las gaviotas –de las que otros destacan su naturaleza carroñera-, son a tu mirada, una nube blanca-grisácea, iluminada por el sol, posada en las rocas.

    Y nos lo traes aquí para que yo – y todo el que te lea- pueda “evocar la sorprendente belleza de lo simple”.

    Luis, es una excelente prosa poética. Me gusta, sí, ¡ y mucho! Mis felicitaciones.

    Termino de escribir y sigo pensativa.¿De dónde me llega esta música y el aroma de algas?...

    Esta vez no me resisto: Un abrazo

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  2. Recuerdos…una forma de ver como se ha forjado nuestra esencia, como hemos llegado a ser lo que somos hoy.
    Intentamos volver a vivir esos momentos con nuestros sentidos cuando algo sencillo, como la música del mar, el juego de unos niños, o una ramada, nos lleva a ellos. Pero esos momentos se fueron y lo que se recuerda es su fotografía. Afortunadamente, mientras vivimos, seguimos fabricando recuerdos para el mañana.

    Magnífico texto, Luis, magnífico. Unir paisaje con sentidos y recuerdos, valorándolos, haciéndonos ver que nunca serán los mismos, además de ser una prosa poética de gran calidad (como dice Fany), me lleva a mi propio pasado, a mis recuerdos.

    Tienes razón, la vista es el sentido más engañoso porque le acompaña nuestra mirada, voluble y desconsiderada con el tiempo pasado.

    Te felicito sinceramente.

    Un saludo afectuoso.

    Julia

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  3. Después de leer tu relato, fantástico y transportador de almas, que algún día coincidieron con la tuya en la misma playa, en las mismas rocas pero con diferentes gaviotas que nadie sabría distinguir...
    (No sé que hago escribiendo)
    ...Me siento un espectador privilegiado.
    Felicidades.

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  4. No puedes prescindir del color, ni yo puedo evitar fijarme en lo cromático de tus escritos.Me parecen muy plásticas tus pinceladas,que dibujan el paisaje,y la mirada retrospectiva hacia otros muchos ojos que, acaso sintieron, como tu sientes ahora,la belleza del Mediterráneo.Pasaron civilizaciones y culturas poderosas.Pasaremos nosotros también, pero el mar seguirá ahí seduciendo otras miradas.

    Cierto que la visión es el sentido que nos habla con mayor crudeza y capaz de trasformar la esencia de las cosas.Me parece excelente la forma en que lo expresas, pero ¿Cómo captarías la luz para tus cuadros?
    Tal vez sea cierto que aromas,sabores,sonidos, texturas perduran más puras en la memoria porque, como Fany ha dicho en su comentario, son cosas inmateriales, como lo son las palabras.

    Excelente relato, Luis.

    Que disfrutes de tus paseos por la playa, de la música del agua y del olor a mar.

    Saludos turquesa.

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  5. Luis, le he leído aquí y en La Tertulia y me parece que no sea el mismo.Aquí muestra su faceta poética, colorida, intimista y cautivadora.Digamos que es esta faceta la que un hombre cultiva para enamorar; sus armas de "conquistador".Yo lo veo así, pero tengo que felicitarle por estas excelentes reflexiones integradas en el paisaje.Los sentidos se me afinan y capto el rumor de las olas,el olor a salitre y algas y los colores del paisaje.

    Mi enhorabuena.
    Saludos cordiales.

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  6. Soy el mismo, Tono.
    En la Tertulia soy analítico, cerebral, crítico; busco la razón y la verdad. Aquí soy sensitivo, emocional, intuitivo y busco el sentimiento y la belleza. Allí discuto discrepancias, aquí silencio mis asertos. Allí admito la relatividad de la verdad objetiva de las cosas, aquí dogmatizo mi verdad privada, mi única verdad.
    Y sí pretendo conquistar, enamorar, enganchar en mi sedal de reflexiones a quienes, macho o hembra, vibran con mis mismas sintonías.
    ...Bueno, ¡nadie es perfecto!

    Gracias a todos por vuestras muestras de agrado.
    Saludos navideños.

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  7. Perdona, Luis, si soy imprudente y "cotilla", pero ¿por qué esa dicotomía en tu blog?
    Las personas que te seguimos lo hacemos por tus textos (una magnífica comunicación de sentimientos), no por tu capacidad de razonamiento que nadie duda que la posees.

    Estamos en un blog de literatura que tú, con "La Tertulia" has conseguido dar otro carácter con entidad propia.

    Un saludo fraternal.

    Julia

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  8. Tono, Julia, es normal que sea así.La personalidad es polifacética y en cada circunstancia toma relieve una u otra.Por eso, es raro que nos guste alguien en todos y cada uno de los aspectos y es normal compartir parcelas, en las que nuestros sentimientos se entrecruzan con los del otro y, en cambio mantener una actitud crítica respecto a otras facetas de su personalidad.

    Como personalmente soy muy emotiva y sensible a la belleza de las cosas sencillas, a las sutiles pinceladas trazadas con palabras o pintura, que me trasmiten íntimas emociones, yo prefiero esta faceta que Luis nos muestra aquí, sin menospreciar la otra, claro está.

    ...Pero esta es la que me enamora.

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  9. ¡¡ Así que "pretende enamorar,conquistar"!!...

    Recuerdo haber leído un comentario en su blog, de alguien ,que al parecer le conocía, que decía de usted que "era capaz de seducir al aire".

    Y bien, eso me parece que ocurre con sus escritos poéticos.Sus estilo es realmente seductor.Usted lo sabe y se emplea a fondo, así como si nada, pero sabiendo.

    Saludos

    Saludos.

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  10. ¡Bueno, bueno...! Tenemos a un "conquistador" que logra seducirnos —hombres y mujeres— con sus textos.
    ¡Lo conseguiste!
    Sé que te gustan, Luis, los toros, porque así lo publicaste. Termina la "faena" y haz más acto de presencia. Ese aire misterioso (muy seductor por cierto tiempo), se opone al autor sensible e imaginativo que, seguro, eres. Nos haces sentir, quizás es lo más importante de tu obra; muy, muy difícil.

    Un saludo.

    Julia

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  11. ¿"Terminar la faena", dices?.

    ¡¡ No, por dios !! Hablando de toros, eso suena muy mal.

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  12. ¿Por qué suena mal? En términos taurinos, lo he vivido en una parte de mi vida, es dar uns estocada firme, rápida y directa.

    Hablo de tauromaquía.

    Un saludo afectuoso, Calotipo.

    Julia

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