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25 de noviembre de 2011

Sin título


Anoche dormí en la era
debajo de los luceros
y no pude remediar
cantar, sin saber cantar,
este fandango alosnero:
«Por ti lo he visto llorar,
lágrimas de un hombre entero,
y lo debo consolar;
te tengo que abandonar
con tanto como te quiero.»

4 comentarios:

  1. Algo tan sencillo ¿cómo puede ser tan bello? Ese sabor "a terruño" para los que nos gusta un escenario que no sea urbano, nos provoca multitud de sensaciones. Porque no sólo evoca lo agreste, sino esa moral natural que, aunque no se lleva ahora, es capaz de hacer lo que "debe ser" aunque se equivoque en sus apreciaciones. Hay poca gente que siga su moral natural.

    Perdona, Luis, sé que un blog no se puede poner pero ¡no lo puedo evitar!...sbran las dos "y" al comienzo de los versos para que la métrica sea perfecta.

    Un saludo

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  2. Se te da muy bien rimar en paralelo con poemas que lees o sabes de memoria porque forma parte de la cultura popular del entorno.
    Tu estrofa está en perfecta armonía con el fandango. Es en la era, en una noche estrellada
    donde acosan los recuerdos.Mantienes ese sabor popular de la lírica andaluza, que,de forma sencilla expresa profundas pasiones.

    No creo que "sobren las Y".Son versos octosílabos, y el comienzo por Y,refuerza la intencionalidad del que habla.

    Tampoco creo que "abandonar, queriendo como se quiere", sea una moral natural.Yo la llamaría convencional. Una moral que ha causado profundos desgarros en el alma de hombres y mujeres y que ha sido expresado en infinidad de coplas populares.

    Un saludo.

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  3. Los antropólogos han establecido más allá de duda razonable que el orden humano es esencialmente un orden moral: ahí donde hay sociedad humana existen valores, orden moral. En este sentido podemos decir que la moral es algo natural en el hombre; no puede existir sociedad sin un sistema de valores. En cambio, no hay un "orden moral natural", el mismo para todas las sociedades e individuos, una escala de valores transcultural a la que todos debieran adaptarse. Llamo “moral natural” a aquella que posee un individuo, fruto de sus experiencias y de su raciocinio. Y a ello me refiero en este post, Fany: La moral, fruto de creencias profundas del individuo (estemos o no de acuerdo en nuestra percepción). Y ella, está muy alejada de lo que tú
    llamas “convencional” que según la RAE es “muy común o no tiene nada de espontáneo u original”. Podremos enjuiciarla, podremos discrepar y creer que está equivocada, todo ello válido, pero no adejetivarla con “convencional”, porque no lo es; muy al contrario, actualmente, ¿dónde está la tolerancia a los que piensan diferente? (obviamente, si piensan diferente que nosotros, pensamos que están equivocados)..
    Me parece auténtico (no digo que no sea doloroso) que alguien se atreva a dejar a quien ama por SU MORAL NATURAL, por respetar su escala de valores, sea la que sea. Y yo, en esta sociedad uniforme, me permito decir “Olé, torero”; aunque crea, como tú, que abandonar a una persona que se ama y es correspondido por el amor o la lealtad que se siente a una tercera persona(como puede ser un amigo que “la vio antes”), sea un acto erróneo. Equivocado pero valiente y honesto de acuerdo con su criterio. ¿Qué persona quiere sufrir si no es por algo que, cree, superior a ese sufrimiento?.

    En cuanto a la métrica, hubo dos versos de 9 sílabas que, Luis, los dejó en octosílabos posteriormente.

    Nunca estamos de acuerdo tu y yo, contertulia, esto hace que "viva" este rincón de Internet.

    Un abrazo.

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  4. El cante popular andaluz tiene gran fuerza emotiva. Son gritos del corazón, sentimientos sin pulido, que escapan desnudos. Bitácora del alma humana.

    Sin ánimo de competir contigo, te dejo esta improvisación:

    Son las penas del amor
    carcomas del corazón
    que se instalan allí dentro
    al pronunciar el adiós
    y dar el último beso.

    Admiro su faceta poética.
    Un abrazo

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