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12 de septiembre de 2012

La voz


La voz es el sonido, el sostén de la palabra.
La voz es el papel regalo que envuelve la dicción.
La voz es la música; la palabra es la letra.
La voz es la caja resonante que necesita la cuerda del verbo para ser oída.
La palabra es la ciencia; la voz el arte.
La palabra es la razón; la voz el sentimiento.
La palabra necesita interpretación; la voz no.
La palabra convence; la voz enamora.
La palabra es promiscua; la voz es fiel.
La voz descubre la palabra falsa.
La voz, y no la palabra, es la que duerme al niño.
La voz es la ruina de la frase petulante.
La palabra busca la mente; la voz se cuela hasta la cocina del alma.

La poesía no es más que un sentimiento que llora porque no tiene voz.
Las palabras se las lleva el viento; la voz permanece en lo eterno.
La voz identifica; la palabra es de cualquiera.

Toda palabra sin voz
que no se dice al oído
es una frase cualquiera
escrita para el olvido.

...¡Qué diría yo para que me oyeras!
...¡Qué callaría yo para oír tu voz!



3 de septiembre de 2012

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Buceando en internet he dado con un nuevo blog (no sé si abandonado) que ha acaparado mi atención porque su intención declarada es la acogida y difusión de escritos de gente que necesita expresarse sin más. Como era de esperar una multitud de anónimos vuelcan sus proyectos, pensamientos, reflexiones, sentencias..., con el desparpajo que le permite la ausencia de selección y crítica excluyente. Hay de todo, como en la vida; abunda la mediocridad, predomina el tópico y no es raro el egocentrismo en redacciones hechas a vuelapluma, confusas, faltas de estructura e incluso con una ortografía más que dudosa; aunque también hay textos que dejan interesantes mensajes de forma correcta, bien redactada y no exenta de originalidad y belleza. Pero, lo que me atrajo es, justamente, esta oferta de libertad de difusión para todos aquellos escritores —porque escriben— que, al margen del corsé editorial y las listas de ventas, buscan calor en la hipotética lectura de sus obras y el agradable comentario anónimo: una especie de ONG literaria.

Pero, pronto descubrí la realidad: desde la dirección del proyecto se invita al mundo editorial a participar en el evento con la intención explícita de que algún autor pueda ser captado y encauzado en la senda del papel, controlado y sujeto a selecciones subjetivas. Comprendo que muchos participantes necesiten materialmente la letra impresa, pero a decir verdad me ha decepcionado, una vez más, que la creatividad se pliegue al mundo del interés y del comercio.

Recuerdo una anécdota referida, creo que de Primo de Rivera, que durante un mitin en Cádiz, en el que arengaba a las masas con conceptos abstractos de “prosperidad”, “bienestar”, “solidaridad”, “justicia”..., una voz surgió de entre el silencio expectante:
—Don Miguel...: ¡Colócanos a to´os! —queriendo reconducir a lo tangible su sarta de promesas utópicas—.

Pues eso; en el fondo, en la masa de escritores altruistas que alaban internet y desprecian explícitamente publicar en papel, subyace un deseo mal disimulado de encontrar su obra y su nombre en letra impresa y la esperanza de que un don miguel editor le coloque en las librerías y en las listas de ventas.

….¡La vida!