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17 de enero de 2013

Añoranza


Llueve en Córdoba.
En invierno es una ciudad triste y caduca.
En esta mañana gris de enero, paseo, bajo el paraguas, por sus calles
contemplando el escenario que acogió nuestra amistad
y me invade la melancolía de estar solo.

Te añoro.
Me gustaría que estuvieras aquí, ahora.
Podríamos pasear por la ribera, charlando como entonces,
y apreciar el ocre atenuado del muro que mira al sur de la Mezquita,
esa quibla que oculta, celosa, su misterioso mihrab de filigrana;
para admirar la gama de cobrizos de su puente doblemente milenario
y el agua de grisalla que discurre lenta,
besando sus eternos pies de piedra,
buscando su atávico destino;
para abarcar el redondel de la albolafia, varada en la estática del tiempo,
que pudre sus maderas carcomidas en la umbría del soto del río grande.

Nos sentaríamos en el rincón de un bar cualquiera
de esta judería de laberinto,
y, al resguardo del cristal lluvioso, pediríamos vino blanco de la tierra,
brindaríamos y la lluvia cesaría,
y saldría el sol entre el naranjo de tus ojos,
pinceladas de color entre el verde insolente de sus hojas—
y tu risa franca sonaría como canto persuasivo del muecín llamando a la oración 
desde el alto alminar que mira hacia la Meca. 

4 comentarios:

  1. ¿Añoranza...Nostalgia? Un día de lluvia en Córdoba y en enero, puede producir esa melancolía que reflejas. Me encantaría poder pasear por esa judería sin turistas.
    Saludos.

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  2. Pues hazlo si el poder te lo permite.
    Córdoba, la callada de Machado —don Manuel— y patrimonio de la Humanidad, también es un poco tuya.
    Gracias, Amelia, por compartir.

    Saludos.

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  3. ¿Y ahora qué te digo, si la añoranza de tu personaje se me contagia?...¿Qué se dice a un amigo en estos casos? No sabría más que ponerme bajo su paraguas y acompañarlo conversando con él de cualquier cosa que pudiera mitigar su añoranza.

    Es un escrito muy emotivo; se entremezclan un recorrido urbano , que aprovechas para dar una pincelada de aspectos históricos de la ciudad,con el recorrido interior de los recuerdos donde se siente la nostalgia por la ausencia de alguien querido con quien compartir la soledad. Y me gusta mucho ese monólogo en el que se expresan ¡cuántas cosas desearía este hombre nostálgico en ese momento! y la descripción de los colores del paisaje,como vínculados a la añoranza que de ella siente.
    No tengo más remedio que repetirme: ¡qué bien escribes!

    Me gusta tu personaje.Si conoces a uno así en la vida real, sé bueno y preséntamelo.

    Un abrazo

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  4. Cordoba, como Paris, son ciudades melancolicas; Proyectos que no llegaron a su fin impregnan los adoquines. Y la amistad, en un tiempo llamado amor, hace imaginar lo que no existe.
    Luis, me has recordado otros tiempos, otras sensaciones...y hace cerca de quince anos que no estoy en Cordoba, pero no la olvido.
    Un abrazo.
    Julia

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