Un aire equivocado ha quebrado el
cristal de la copa entre mis manos
y se ha desmayado el vino escurridizo
entre mis dedos.
Ya no volveré a admirar el rojo
transparente de su esencia,
ni a gustar su sabor de terciopelo
acogedor,
apenas un resto de perfume evanescente
reposará un momento en la piel ajada
de mi vida.
Luego...
...solo quedará el recuerdo
escrito en la esquina de un papel
cualquiera.
¿Es tan fácil olvidar si de verdad se ha querido?Si fue un "aire equivocado" el que ha quebrado la copa, ¿por qué ese resentimiento?
ResponderEliminarSiguiendo tu blog he llegado a creerte un hombre generoso,emotivo, ecuánime,dialogante, pero en este poema te muestras intolerante,inflexible,tajante y despectivo, cosas que me sorprenden.
Pero no quiero juzgarte.Algo muy serio te habrá ocurrido para asegurar: "ya no volveré"...
Vuelve a leerte, Luís, y notarás que también hay orgullo cuando aseguras que su aroma -supongo que el de una mujer- solo durará un momento en tu piel. Y desprecio cuando afirmas que luego, será un deslucido recuerdo que solo ocupará la esquina de un papel cualquiera. ¡Qué duras palabras!
Si es ficción, me lo has hecho sentir como realidad y aplaudo tus dotes literarias.
Pero si es realidad...no lo entiendo.¿Dónde están tus sueños amarillos, tu jara blanca, tu adelfa, el árbol de otoño, las clavelinas rojas?...No puedo creer que tu jardín se ha agostado.
Saludos
No tengo claro el título, Luis.
ResponderEliminarDecepción es desilusión, insatisfacción por algo. No sé si quieres decir que el vino no era lo suficientemente bueno y que apenas queda un rastro de perfume, nada importante, un recuerdo en una esquina de una hoja de papel.
Sea lo que sea que hayas querido decir: excelente texto.
Un abrazo.
Julia
No lo interpretes como cosa personal, Romero. Es, simplemente, la expresión literaria de un supuesto sentimiento (pura ficción) ante la pérdida de una situación placentera —que pudiera no corresponder a una situación personal— y su resultado final. Representa lo efímero de algo idealizado, la fragilidad del deseo ante la perseverante realidad.
ResponderEliminarAgradezco tu aplauso.
Saludos.
La verdad que yo tampoco, Julia.
ResponderEliminarDespués de darle vuelta opté por ese título que, la verdad, no acaba de encajar del todo.
¿Por qué no me sugieres otro?
Naturalmente la referencia al vino —redundante en mis escritos— es pura metáfora para expresar lo sutil y efímero de los asuntos humanos. "Todo pasa y todo llega, pero lo nuestro es pasar..." —decía Machado, don Antonio—.
Me gustó que te gustara.
Saludos.
Te lo sugerería si entendiera lo que quieres expresar literariamente.
ResponderEliminarCoincido con Romero —tal como lo escribes— en todo. ¡Qué duras palabras! y aunque sé que es ficción pienso que debe tener claro el lector lo que el autor quiere decirnos.
En este texto no sé si hablas de una/s situación/es placentera/s que la edad ("piel ajada de mi vida") le obliga a perder o quieres plasmar un sentimiento de amor que un "aire equivocado" (tampoco tengo claro si es que el que habla se ha equivocado al escoger a la persona amada —lo que daría validez al título— o que ese aire equivocó a la persona amada y dejó de estar enamorada rompiendo la copa).
Eso no impide que tus palabras me lleguen. Eres un excelente escritor de sentimientos.
Un abrazo
Julia
Yo interpreto que se trata de una ruptura amorosa o amistosa, sencillamente, de la que el vino es la metáfora.Comienza el poema en un tono poético y nostálgico, pero enseguida me llegan frases de despecho, como de un orgullo herido.En la convicción de que ya no volverá a saborear aquel vino, no siento tristeza por la pérdida, sino como que se pone punto final con cierto despecho. Y, como ya te han dicho, el final es duro, ácido y despectivo, rebajando los sentimientos que se tuvieron a la subcategoría de pasajeros; de esos que se olvidan pronto.
ResponderEliminarTodo lo que aquí expreso me llega con nitidez porque está muy logrado, por lo que te felicito, aunque representa una realidad que no apruebo.No me gustan esos finales.Cuando se tienen amores o amistades profundas no es coherente ese final.
Saludos.
He leído este escrito varias veces para ver si se me ocurría otro título, ya que pides opinión.
ResponderEliminarEstaría de acuerdo con "Desilusión" -propuesto por Julia- porque es más suave,menos contundente; una desilusión es un sentimiento pasajero sobre un hecho concreto, pero en los términos en que está escrito este poema en sus versos finales,el título "Decepción" es el adecuado, desde mi punto de vista, pues ambos tienen ese componente de dureza.
Un abrazo contra la decepción.