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27 de junio de 2011

Un respiro


Otra vez aquí.
Sin pretenderlo, he vuelto otra vez donde solía.

Cuando me jubilé juré —y mi escrito “Dibujando con palabras” es testigo— que no volvería a hacer nada de provecho. O, de otra forma, mi conducta futura no se sometería a ninguna norma que condicionara la libertad de hacer lo que me diera la gana. Contaba y cuento, claro está, con las premisas personales y sociales pertinentes: no tengo necesidades económicas, tengo estabilidad y satisfacción sentimental, gozo de buena salud, me sigue interesando lo que ocurre a mi alrededor y —es la singularidad—, me importa un bledo lo que los demás piensen de mí y de mi comportamiento (¡cuánto me acuerdo de ti, Fernando Fernán Gómez!).

Empecé a gozar con la escritura, compartiendo foros con gente como yo y creando un blog en el que cuento cosas normales de mi entorno, pasadas y presentes, volcando en ellos mi situación anímica del momento. Eran relatos cortos o poemas hechos sin pretensión, tal como los paría mi cabeza y mi corazón en ese momento. Pero las opiniones compartidas y las sugerencias de algunos me llevaron de la mano a la osadía de acometer la confección de una novela, y ahí empezó la derivación que me ha devuelto al principio.

El objetivo era sencillo: Juntar relatos cortos con un hilo conductor que diera un sentido común al conjunto y un mensaje implícito. ¡Joder, con lo sencillo! Llevo media docena de capítulos y, sea por el fondo o por la forma, ya los he rehecho cien veces. Entre búsqueda documental y componer, le dedico al proyecto todo el día y se está convirtiendo en una obsesión. ¿Que me gusta lo que va resultando?, sin duda, pero no así la obligación —tiranía al fin y al cabo— de seguir una norma aunque sea autoimpuesta. Y esta actitud me está llevando a un aislamiento intelectual que no me gusta nada, nada.

Por eso hoy, después de volver a beber en los livianos, sutiles y poéticos relatos de Benedetti, me tomo un corto respiro de aire fresco y os regalo este corto y sencillo pensamiento que escribo libremente, a vuelapluma, en este atardecer caluroso de julio que termina, mientras escucho el saxofón de “La luna fue en abril”, de Carlos Cano.




4 comentarios:

  1. Escribir una novela, es un trabajo arduo, que lleva años,-al menos un año-hasta dejarla pulida.Esta dedicación, restringe el pensamiento a esa sola idea y crea aislamiento, porque toda creación lo requiere; el problema es que al escribir una novela, ese aislamiento se alarga demasiado.

    A usted se le da muy bien la descripción de ambientes y personajes.Es como un pintor o un fotógrafo de calidad que sabe captar la realidad y embellecerla.
    Por esta razón, y después de leer su preocupación sobre las implicaciones que escribir una novela, tiene en su vida intelectual y social... me atrevo a sugerirle que piense en la posibilidad de cambiar de formato, e indagar en cómo encajarían sus escritos, en un libro de relatos, sin perder el hilo conductor. Como si fuera un "álbum de retratos familiares y vivencias".
    No pretendo hacerle dudar sobre su proyecto.Lo que le sugiero me ha surgido así, de pronto, al leer sus excelentes ambientaciones y al saber que usted está leyendo los relatos de Benedetti, que son un buen ejemplo.
    Disculpe mi atrevimiento; me arriesgo en mis opiniones, pero la sinceridad me obliga.Yo veo sus relatos más próximos a este tipo de libro que a una novela.Pero es solo una modesta opinión.Si se decide por la novela, le aplaudiré también. No dudo de que, aunque le cueste mucho más, lo conseguirá con éxito.

    Saludos
    ^^^^

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  2. No tengo más remedio que incumplir mi propósito y contestarle, dilecto ^^^^.
    Su comentario, esta vez, han ido más allá de compartir unas vivencias concretas y su forma de expresarlas. Ha sabido captar mis entresijos como autor, mi potencial capacidad y ha sugerido un comportamiento futuro inteligente, razonable y sensato. Ni mis más íntimos me hubieran retratado tan fielmente. Esto no puede venir de una persona ajena a la escritura e inexperimentada en el mundo literario.
    Creo que me resultaría valiosa opiniones suyas en ese campo.
    ¿Es totalmente necesario que permanezca en el anonimato, ^^^^?

    Gracias por estar en mis escritos.

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  3. Me satisface poder comunicarme con usted para conocer su opinión; una comunicación unilateral siempre deja ideas en el aire,sin discutir, sin objetivo concreto...
    Gracias por la valoración tan positiva de mi comentario. Si le sirven de ayuda,me satisface, pero he de decirle que no soy una persona metida en el "mundo literario". Simplemente, me gusta la Literatura y el arte en general, pero en nada soy persona experta.Analizo las cosas y saco mis conclusiones, siempre aceptando que puedo equivocarme.
    En cuanto a si es "totalmente necesario" permanecer anónimo, no creo en nada absoluto, pero ¿Qué ayuda suplementaria podría darle si me identificara?.Mis opiniones y sugerencias serían las mismas.Usted puede contar con ellas; y si cambia su concepción de lo que es un blog, incluso podría solicitar opinión sobre algo concreto o discutir las sugerencias que le hacemos.
    Le sugerí libro de relatos porque veo en usted más un poeta que un narrador.Siento en sus escritos un indudable trasfondo poético y un derroche de sentimientos.A usted le será dificil narrar friamente la realidad.Tal vez sea esa faceta artística la que le delata y le define.
    Y, por último, una reflexión: ya ve usted que ni con "los íntimos" estamos al completo. Necesitamos de todos. Incluso de personas anónimas.Saber escuchar y responder a todas las voces que nos hablan.

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  4. En el comentario anterior,se me olvidó despedirme y no pude rectificar.

    Saludos
    ^^^^

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